A pesar de encontrarse a unos kilómetros de la población de Ragusa, nos ha encantado el ambiente que se respira entre las piedras de esta antigua mansión nobiliaria, tomar el sol en su espléndida piscina rodeados de flores aromáticas y en medio del campo y la tranquilidad que te envuelve en sus confortables habitaciones. Un lujo a tu alcance.

El hotel era muy bonito y estaba remodelado de una manera preciosa. Realmente nos gusto tanto que hemos aumentado nuestra estancia en un dia mas de lo previsto inicialmente. La zona de la piscina era estupenda, y en general en todo el local se respiraba una atmosfera bastante tranquila y familiar. En resumen una optima relacion calidad-precio.

El desayuno, especialmente considerando que el local se encontraba en medio del campo, era bastante pobre. Solo habia croisants y otras variedades de galletas pero nada de fruta o salados.

Nuestra estancia aquí fue muy agradable. La habitación era amplia y muy bonita, respetando los muros de piedra y arcos antiguos. La puesta de sol desde la piscina y las vistas de los campos de trigo y olivos lo hacen recomendable.

A pesar de que el desayuno estaba bien se echaba en falta algo que no fuesen dulces como fruta o ricotta fresca.